miércoles, 14 de julio de 2010

Ausencias del Invierno


Afuera los menos dos grados congelan lo que se quede quieto, dejándolo muerto por un par de horas o para siempre. Yo, mirando fijamente a la nada por la puerta ventana, tomo un café con leche remendador de ausencias que el insensible clima se encarga dejarme siempre presentes.

Pienso que hace ya mas de una semana que estoy solo cuando suena el teléfono y me doy vuelta rápidamente corriendo para atenderlo deliberando que podes ser vos que te acordas de mi o me necesitas y me llamas.

Falsa alarma, alguien se olvido de pagar no se que factura y los recordatorios telefónicos juegan junto a mis pensamientos a engañarme.


El día sigue, y retomando la gris rutina, tu recuerdo acosa el presente. Salto de una actividad a la otra entendiendo que me falta algo, una particularidad determinada, un pedazo de momento que alguien se llevo y nunca devolvió. Las tareas se vuelven insípidas, incoloras, aburridas, individuales y nada charlables.


Intuyo que el causante de todo puede ser el invierno. El invierno acá, el verano allá. Momentos climatológicos bipolares que tanto me gustan pero que, pesándome bastante, se llevan las cosas que mas quiero.

martes, 6 de julio de 2010

En un avión se llevaron los colores de los días y el cielo se volvió mas gris que de costumbre.

domingo, 4 de julio de 2010

Vivir cayendo, vivir volando.

Viviendo intensamente creo que voy a caer, sentir el vacìo y volver a volar. ¿Acaso existe una manera mas linda de vivir?

lunes, 7 de junio de 2010

Conjugaciones

Y por fin
Quise,
quisiste,
quiso,
quisimos,
quisisteis,
quisieron.

sábado, 29 de mayo de 2010

Festival en la querencia

Al fondo, y por detrás de mí, repercute un legüero que inicia una chacarera a la que se le unen oscilantes cuerdas deshechas de una guitarra; casi quejándose como de algún mal, se junta el alarido del “doble AA” del abuelo, tocado por don Simeón.

En pleno baile la polvareda se levanta junto a los pañuelos changos que revolotean la cancha en hombradas de sospechados intereses para consumar. Las chinitillas y sus trenzas rematadas en moños brillan al sol, escondiéndose en los giros de la danza haciendo caso omiso al cortejo de su varón.

Todo es fiesta en el pago, todo es color en las caras redondas y felices de mi gente. Yo; disfrutando el espectáculo, retraído en un rincón, encumbro mi vaso ancho a mis labios y paladeo el syrah estimulando el último sentido yermo que me queda, siento que la tierra es montaña y el agua-sangre de las vides me completa.

domingo, 16 de mayo de 2010

Cajita de sol

Hoy a la siesta lace en una cajita de cartón chiquita un rayo pequeño de sol que se colaban por el ventiluz de la cocina e iba a parar a la alacena. Lo voy a guardar.
Lo voy a guardar y recién sacar algún día gris en donde necesite un poco de luz y color.


miércoles, 5 de mayo de 2010

Area Minima

Compartir un metro cuadrado es intentar desdibujar los márgenes invisibles del espacio personal de ambos para convertirlo en espacio íntimo, es intentar usar los mismos zapatos o pensar las mismas ideas; es decir mucho con pocas palabras para que el otro lo entienda todo. Compartir un metro cuadrado se siente tan grande como tener un continente bajo tus pies pero es una cosa más escueta que respirar.

Compartir un metro cuadrado se compara con experimentar unir dos seres en un solo cuerpo ocupando no más de seis baldosas para pesar menos dos pizcas de alma en el aire.